Amamos sentir la tierra mojada bajo la planta de los pies.
Nos encanta respirar azul clarito mientras miramos como las nubes danzan.
Nos reímos de deleite cuando escuchamos los pájaros cantar.
Acariciamos las mariposas en la distancia y soñamos con convertirnos en una.
Tenemos una perrita que nos recuerda el amor puro a través de su pequeña cola.
Usamos el agua para limpiarnos el alma.
Adoramos conocer paisajes y darnos cuenta lo pequeños que somos en medio de tanta inmensidad.
PD: cuando viajamos, creemos que las nubes son de algodón.